Un ex-candidato de Santo Domingo Este acaba de romper propiedad privada. Un anuncio publicitario donde se promociona el Alcalde de la ciudad.
El alcalde Alfredo Martínez (el Cañero) ha sido criticado por usar indiscriminadamente el dinero de la ciudad en anunciarse, tal como lo hace el presidente de la República, que coloca vallas aupando su figura en sus obras.
Sin embargo, por muy en desacuerdo que se pueda estar con las malas prácticas y el exceso de recursos del estado para uso personal, lo cierto es que hay canales, jurídicos, que pocas veces funcionan, para proceder.
En el caso referido a este artículo, el ex-candidato ha atentado contra la propiedad privada no del Alcalde, sino de la empresa que tiene entre sus activos el cartel, por lo que una acción unilateral de este tipo es, evidentemente, un acto banal de vandalismo.
La justicia no se toma por las manos, menos agrediendo la propiedad privada de empresas compuestas por personas que se levantan todos los días a trabajar, a buscarse la vida decentemente…
¿Será que mañana atentarán contra nuestro periódico digital por tener un anuncio de la alcaldía?.
Ser decente e incluso, opositor, no incluye aplaudir todo… el «buscar sonido» puede ser siendo digno, sometiendo a la justicia los excesos y no precisamente violando la ley cometiendo otros igualmente reprochables.
Puede que te atañe todo el «quille» frente a lo mal hecho, pero cuando accionas igual, o peor, se cruza para convertirse en «lo mismo» que se critica.
¿Justicia, vandalismo o populismo?